Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

I Macabeos 10, 9-27

9 La gente de la Ciudadela entregó los rehenes a Jonatán y él los
devolvió a sus padres.

10 Jonatán fijó su residencia en Jerusalén y se dio a reconstruir y
restaurar la ciudad.

11 Ordenó a los encargados de las obras levantar las murallas y
rodear el monte Sión con piedras de sillería para fortificarlo, y
así lo
hicieron.

12 Los extranjeros que ocupaban las fortalezas levantadas por
Báquides, huyeron;

13 abandonando sus puestos partieron cada uno para su país.

14 Sólo en Bet Sur quedaron algunos de los que habían abandonado
la Ley y los preceptos porque esta plaza era su refugio.

15 El rey Alejandro se enteró de los ofrecimientos que Demetrio
había hecho a Jonatán. Le contaron además las guerras y proezas que él y
sus hermanos habían realizado y los trabajos que habían sufrido.

16 Y dijo: «¿Podremos hallar otro hombre como éste? Hagamos de él
un amigo y un aliado nuestro.»

17 Le escribió, pues, y le envió una carta redactada en los siguientes
términos:

18 «El rey Alejandro saluda a su hermano Jonatán.

19 Hemos oído que eres un valiente guerrero y digno de ser amigo
nuestro.

20 Por eso te nombramos hoy sumo sacerdote de tu nación y te
concedemos el título de amigo del rey - le enviaba al mismo tiempo
una
clámide de púrpura y una corona de oro -. Por tu parte, haz tuya
nuestra
causa y guárdanos tu amistad.»

21 El séptimo mes del año 160, con ocasión de la fiesta de las
Tiendas, vistió Jonatán los ornamentos sagrados; reclutó tropas y
fabricó
gran cantidad de armanento.

22 Demetrio, al saber lo sucedido, dijo disgustado:

23 «¿Qué hemos hecho para que Alejandro se nos haya adelantado en
ganar la amistad y el apoyo de los judíos?

24 Les escribiré también yo con ofrecimientos de dignidades y
riquezas para que sean auxiliares míos.»

25 Y les escribió en estos términos:

26 El rey Demetrio saluda a la nación de los judíos. Nos hemos
enterado con satisfacción de que habéis guardado los términos de nuestra
alianza y perseverado en nuestra amistad sin pasaros al bando de nuestros
enemigos.


27 Continuad, pues guardándonos fidelidad y os recompensaremos
por todo lo que por nosotros hagáis.